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EL PRÍNCIPE AZUL (sí)NO EXISTE

“No me cuentes cuentos”

Ximena Palacios Espinoza

RESUMEN

Los mitos del amor romántico han pasado de generación en generación. Este amor creado por la sociedad patriarcal te dice que debes esperar al príncipe azul o al hombre perfecto; que, sin él, tu vida no tiene sentido, pues esta debe girar alrededor del servicio al hombre, cuidándolo y procurándolo, así como pasa en tus novelas, canciones y películas favoritas. Incluso, la misma educación que se imparte desde casa te condiciona a estas acciones: te dicen que debes mantenerte fiel, sumisa y a su servicio, del mismo modo, te educan para no tener una vida independiente, ya que debes enfocar toda tu energía y toda tu vida en satisfacerlo. Yo me pregunto: ¿por qué no ser nosotras las heroínas de nuestra historia? ¿Por qué no podemos rescatarnos a nosotras mismas y reconstruirnos para nuestro propio bien?

PALABRAS CLAVE

heroínas, amor, vida, servir, sumisas.

DESARROLLO

Había una vez una sociedad donde las mujeres podríamos vivir libremente, sin miedo a nada, donde no necesitábamos esperar a que un hombre fuera nuestro héroe porque nosotras somos capaces de ser la heroína de nuestras propias historias, donde las mujeres guiáramos nuestras vidas y decidamos a quien amar.

En una encuesta que realicé a mujeres entre 16 -50 años, mediante un formulario electrónico difundido a través de redes sociales, se cuestionaron los mitos del amor romántico y muchas de ellas definen a este tipo de amor como “estereotipos que han sido conformados por la sociedad para idealizar a una pareja”. Es importante destacar que uno de estos estereotipos es el de que la pareja está conformada por un hombre y una mujer, pues de la encuesta se rescata la constante aparición del término heterosexualidad obligatoria

La heterosexualidad es una institución política [como bien lo dice Adrienne Rich] que se encarga de desviar la energía de las mujeres hacia los hombres, cuando está bien podría ser invertida en nosotras mismas, o en las otras. No se trata de una “orientación sexual” como tal). Para Janice Raymond la heterosexualidad dibuja una heterorrealidad como la visión del mundo en que la mujer existe siempre en relación con el hombre. Una situación cuyas relaciones de poder están desequilibradas peligrosamente hacia el lado de lo masculino. Por otra parte, Lucía Hoaghland matiza el concepto y habla de heterosexualismo, que es una relación económica, política y emocional concreta entre hombres y mujeres, donde los hombres fungen como dominantes y las mujeres como subordinadas. Es a través de esta noción que se nos inculca que el hombre debe cuidar y proteger a la mujer, como si nosotras no tuviéramos la capacidad de cuidarnos. Por supuesto que podemos, ninguna mujer depende de un hombre.

Otras encuestadas reconocen al amor romántico como una construcción social; algunas más lo definen como el respeto entre ambas partes, mucho amor y fidelidad, detalles, muestras de amor, pero, sobre todo, igualdad. La mayoría de las mujeres encuestadas tienen claro que esta noción de amor se ha creado dentro de una sociedad patriarcal y es una herramienta para someter a las mujeres, donde las mujeres nos vemos obligadas a abandonar nuestros sueños para servir a un hombre. Es importante que no perdamos de vista que este mito es un invento más del patriarcado, que pone en desventaja a las mujeres e impone una falsa idea de lo que es el amor.

Toda está adoctrinación al amor romántico se da desde que somos niñas. Se nos educa con los cuentos tradicionales como La sirenita, La Bella y la Bestia, La bella durmiente, Blanca Nieves, La Cenicienta, etc. Y no sólo con los cuentos, igual con las películas realizadas por The Walt Disney Company, donde nos plantan la semilla de que debemos esperar la llegada del príncipe azul que nos rescatará.

Durante la pubertad y la adolescencia esto se refuerza. En las películas dirigidas a estas edades (¡Ojo!), no sólo se trata de buscar al hombre ideal, sino que en algunas ocasiones se muestra que nosotras tenemos que encontrar a un hombre y debemos ayudarlo a cambiar para que se transforme en ese príncipe azul que se nos prometió. Esto nos enfrasca en relaciones violentas esperando a que el hombre cambie con nuestro amor, lo cual es imposible y no es nuestra labor; no somos clínicas de rehabilitación y mucho menos terapeutas.

Esta adoctrinación no sólo se da en los medios visuales, también se da en la música. Escuchamos que la mujer debe entregarse a su hombre, en algunas ocasiones, se romantiza la agresión del hombre hacia la mujer en una relación. Con esto, crecemos creyendo que eso es normal, que, si él te llega a golpear, es porque algo has hecho mal: siempre será tu culpa. Lo mismo sucede con la literatura, donde se romantiza hasta el amor entre menores y adultos. Todo esto hace que las adolescentes crean que tener relaciones con hombres mayores es mejor, cuando realmente no está bien. De igual forma, se romantiza la “virginidad” cosa que, aunque sabemos es un mito, muchas chicas lo tienen presente, y cuando se casan y no sangran al tener su primer encuentro, este hombre las dejará, ya que miden su valor a través de su vida sexual, cuando no tendría que ser así. Deberíamos poder vivir nuestra vida sexual y no pensar que esta nos define. Lamentablemente todas estas industrias, en su gran mayoría, son controladas para que las mujeres desde la niñez vivamos con esa esperanza de encontrar al príncipe azul y nos rescate.

Por último, llega la etapa adulta. De la misma forma, en el cine se han visto películas donde si tienes más de 30 años y nos has conseguido un marido estás destinada a la eterna soledad y a ser infeliz por el simple hecho de no tener un hombre a tu lado. Hasta el hecho de que en una película salga una mujer que se enfoca en su trabajo es mal visto, porque entonces no está priorizando el amor y a su novio o esposo en caso de que tenga, buscan hacernos creer que, si no conseguiste marido antes de los 30, serás alguien amargada porque, según ellos, tu felicidad es entorno al amor.

Monique Wittig. Rich, con su artículo “Heterosexualidad obligatoria y existencia lésbica” (1980), denuncia la heterosexualidad forzosa que demanda y determina la invisibilidad del lesbianismo, y propone un “contínuum lésbico”, que plantea como una alianza de sororidad entre mujeres que luchan por desmantelar la opresión patriarcal. (Wittig, con su artículo “No se nace mujer” de 1980). Ahora bien, como lo notaron en ninguno de estos géneros se mencionan las parejas homosexuales o lesbianas, porque la sociedad aún no lo acepta, y ellos han creado el amor romántico donde la mujer se somete a su hombre; cabe aclarar que sí existen autores/as que se consideran parte del colectivo LGBT que comienzan a escribir más de sus vivencias, pero puede que no entren en lo mainstream por el mismo motivo que la sociedad vería mal su trabajo y tomando en cuenta que lo que les interesa a estos géneros es el ser vendidos y que sea agradable al público para tener un éxito asegurado.


CONCLUSIÓN

Pero ¿por qué la sociedad cree que debemos depender el hombre? ¿por qué nosotras no podemos salvarnos a nosotras mismas Porque cuando eres una mujer capaz, independiente y poderosa, los hombres sienten que su masculinidad es atacada. Pese a ello, jamás debemos detenernos, no debemos atarnos a un amor por miedo a no ser amadas. Cuando el amor llegue a nuestras vidas, este no te detendrá y no querrá verte estancada, al contrario, te motivara a ser cada día mejor y te apoyará en todos tus proyectos. Se trata de crear un amor que te haga crecer, no que te detenga

Tú serás la heroína de tu historia, te salvarás a ti misma para no caer en un amor mediocre y en mitos de ese amor romántico; sabrás que no necesitas tener a una pareja para ser feliz, ya que esta no te dará la felicidad, sólo podrá ser una fracción de. Y si no, igual está bien. Podemos ser felices solas, nadie te dará tu felicidad más que tú misma. Se trata de ser feliz junto a la persona que amas, no importa si es alguien de tu mismo sexo. El amor es amor, que eso jamás te detenga. Vamos a iniciar un cambio, un cambio radical, donde cada una será libre de elegir.

Exhorto a todas esas mamás, hermanas, primas, tías feministas que nos leen, que a esas niñas pequeñas en casa no les digan “tienes que ser como Cenicienta” o “tienes que ser como una princesa” debemos enseñarles a ser súper heroínas de sus vidas, no enseñarles que deben buscar “un buen partido”. Deben de saber que serán mujeres que guiarán su propia vida, así como nosotras estamos decidiendo guiar la nuestra mientras intentamos crear una sociedad donde no se nos imponga qué debemos hacer o qué es lo correcto, sino una sociedad que no juzgue tus decisiones porque al fin y al cabo es tu vida.

AGRADECIMIENTOS:

Agradezco a todas las mujeres que hicieron posible esto, contestando la encuesta que se realizó sobre el tema. Todas son mujeres muy valiosas, poderosas y grandiosas.

BIBLIOGRAFIA

Braidotti, Rosi (2004). “El ciberfeminismo con una diferencia”, en Feminismo, diferencia sexual y subjetividad nómade. Gedisa: Barcelona.

Falquet, Jules (2004). Breve reseña de algunas teorías lésbicas. Disponible en: www.ciudadaniasexual.org/.../ Lesbianismo-JulesFalquett.pdf. Consultado en Enero 2021

Mujeres al Borde. Disponible en: http://www.mujeresalborde.org Consultado en Enero 2021

Morris, Meaghan (1990). “Banality in Cultural Studies” Disponible en: www.columbia.edu/cu/irwag/pdf-files/ Morris.pdf. Consultado en Enero 2021

Wittig, Monique. (2005) El pensamiento heterosexual y otros ensayos. Madrid: Eagles.


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