¡El abuso sexualinfantil existe!

Y nos urge seguir hablando del tema.

Tenía 6 años cuando mi hermano mayor comenzó a abusar sexualmente de mí. Él me cuidaba y aunque hacía cosas que me incomodaban mucho, yo pensaba que no podía decirle nada porque a fin de cuentas era mi hermano mayor. El abuso ejercido por mi hermano duró hasta que yo tenía aproximadamente 12 años, fue muy difícil vivir y relacionarme con él, conforme fui creciendo comencé a sentir mucho odio y enojo hacia su personal, aunque en ese entonces no entendía por qué. Nunca lo platiqué con nadie hasta que mi hermana me contó que él abusó de ella también (yo tenía 24 años en ese entonces) tras su confesión, decidí contarle todo a mi hermana y posteriormente a otras personas a quienes les tenía mucha confianza. A partir de este evento en mi vida me ha costado mucho relacionarme con las personas, aunque odiaba que me tocaran, por un tiempo me hice adicta a mantener relaciones sexuales, lo que me llevó a relacionarme con muy malas personas, aunado a esto, sufro de depresión y ansiedad que fueran alimentados por estas relaciones en las que caí. Dar este testimonio me sirve para desahogar mi historia, librarme y contribuir al fomento de la educación sexual en la infancia. En mi caso, yo no era consiente que lo que él me hacía estaba mal, no veía posible que mi propio hermano hiciera algo para lastimarme, incluso él me decía que era por mi bien. Informar a los niños puede facilitar la detección temprana de algún abuso. Finalmente, me gustaría decirles a los padres y/o tutores que siempre estén al pendiente de sus hijos, que los eduquen con base en el conocimiento y la confianza. Testimonio de joven mexicana, 27 años de edad.De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) México, es el primer país del mundo en abuso sexual de menores, las denuncias de abusos sexuales supera los 600.000 casos, según cálculos de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas (ADIVAC). 1 de cada 4 niñas y 1 de cada 6 niños es abusado sexualmente durante la infancia o adolescencia. Platicamos con la Lic. en Psicología por la UNAM y especialista en derechos humanos con más de 20 años de experiencia en temas de abuso sexual infantil y actual perito externo del Poder Judicial del Estado de México, Nayeli Citlali Pérez, quien nos explicó más del tema para saber cómo ayudar a las niñas y niños de nuestro alrededor para evitar que las alarmantes cifras continúen incrementando, así como quién puede ser un abusador sexual, cómo suelen ganarse la confianza de los niños para después traicionarla y qué conversaciones deben tener los padres y las madres con los hijos e hijas para prevenirlo.

Para comenzar, me gustaría adentrarme directamente al tema con la siguiente pregunta ¿qué estrategias usan los victimarios para silenciar a sus víctimas? Los victimarios generalmente y como lo marcan las estadísticas en la mayoría de los casos, son conocidos por las/los menores, pueden ser los maestros, el conserje, el amigo, el papá o cualquier otro familiar, es muy importante mencionarlo para después entender la dinámica del abuso. No es lo mismo que una niña o niño sea agredido por su papá a que sea por su maestro ya que, en el primero de los casos hay vínculos afectivos, hay una sensación de protección, esto marca la diferencia en la dinámica del abuso e incluso al momento de la revelación marca la diferencia en la postura de la familia. Todo dependerá de la relación del abusador con la/el menor y de cuánto duró el abuso (pudo ser en una sola ocasión o por años). Hay dos maneras en las que el abuso infantil se presenta según los teóricos y mi experiencia en estos casos: El primero de ellos es una dinámica seductora, el agresor convence a la víctima de que es un juego entre los dos, que es un secreto e incluso los manipula a través de regalos por su silencio o favoritismos sobre los demás, asegurándose de que la/el menor esté convencido de que es un privilegiado. En este caso la niña o niño no lo ve como algo agresivo, se reconoce como la/el favorito. Y el otro mecanismo utilizado por el agresor es el coercitivo, las amenazas: -Sí tú dices algo yo voy a matar a tu mamá, o -Si tú le dices a alguien les voy a hacer lo mismo a tus hermanos, o bien, se aseguran de que la/el infante tenga miedo de perder el cariño de sus cercanos convenciéndoles de que nadie les va a creer. Y me gustaría recalcar también que, una niña o un niño sea testigo de actos sexuales también es violencia sexual. Doctora, y ¿en qué momento de la maduración de su psiquis un niño o una niña logra romper con ese círculo perverso del secreto? La maduración cognitiva es una cosa y la maduración emocional es otra. Hay etapas de maduración cognitiva, no es lo mismo un niño de 5 años a uno de 8, pero un niño en general hablando de la primera y segunda etapa de la infancia es egocéntrico, es decir que todo se lo atribuyen a sí mismos, este pensamiento va a ser un factor para muchos de los comportamientos del niño o la niña y hablando del abuso sexual, si la estrategia del abusador es coercitiva, el niño se va a atribuir como el culpable de lo que está sucediendo. Un niño siempre va a gritar de manera conductual que está viviendo algo que no le gusta, la/el menor en el mayor de los casos cognitivamente no está interpretando lo que está pasando, desafortunadamente los niños en la primera etapa no tienen la información suficiente para saber que lo que está sucediendo en realidad no es un “juego”. Sin embargo, no solo depende de la maduración de la psiquis para que una niña o niño revele el secreto, ya que le estaríamos dejando toda la responsabilidad al menor cuando en realidad las niñas y niños están bajo la responsabilidad de una persona adulta y que debe estar atenta ante la sintomatología y/o conductas del menor.

La responsabilidad de los adultos con un pequeño debe ser consiente, amorosa y respetuosa, pero ¿cómo puede darse cuenta un adulto que un menor está sufriendo abuso sexual? ¿cuáles son las características que presenta un niño o niña que está siendo víctima de abuso? Son muchos cambios comportamentales, hay una serie de sintomatología que insisto depende de los factores que ya hemos mencionado; edad del menor, relación con el agresor, tiempo de duración del delito y principalmente si el niño fue creído cuando hizo su confesión. Mi experiencia con los casos que he tenido es que el menor suele ser muy agresivo y está de mal humar más de lo normal, empieza a sentir mucho pudor o vergüenza a que alguien los vea en ropa interior, suelen estar tristes y desanimados, presentan apatía por las cosas que antes le gustaban y empiezan a tener mucho miedo al estar frente a su agresor. Los cambios comportamentales, actitudinales y cambios emocionales son muy complejos y variables. Es importante que la madre, el padre/tutor esté al pendiente y observe al menor de la mano de un experto. ¿Cómo actúan las víctimas de abuso a lo largo de su crecimiento? ¿Existen mecanismos de supervivencia observables? Influye mucho las características de personalidad y las redes de apoyo, si es una niña o niño que es creído, es atendido y que además se denuncia el delito que, por cierto, me gustaría mencionar que el proceso de la denuncia puede ser muy terapéutico para las y los menores de abuso sexual, claro con un enfoque profesional, con las estrategias y herramientas adecuadas que permitan que este proceso, más que revictimizante, pueda ser restaurativo. Y en el peor de los casos cuando no se les cree, existen casos de disociación, hay víctimas que bloquean los recuerdos o que detonan algún trastorno posterior. Los adultos que deciden callar el abuso que vivieron en su infancia suelen tener muchos problemas sexo- afectivos o problemas con adicciones. Hablemos ahora del agresor ¿Cuál es el perfil de un abusador? Desde mi experiencia a través de las víctimas que he atendido, una de las características es infantilismo, es decir un adulto que siente placer en dominación de un menor, tienen problemas para vincularse sexo-afectivamente con un adulto y, en algunos casos muy raros, antecedentes de abuso.

Y un abusador ¿deja de serlo? Para tener una gratificación sexual con una niña/niño ya estamos hablando de ciertas psicopatías, podríamos decir que son personas con cierta perversión, por lo que esta estructura de la personalidad ya queda marcada de por vida, no confiaría en una “recuperación”. Ni siquiera en los casos en el que el adulto no toca a los niños, pero si disfruta ver contenido pornográfico con temática infantil. Para concluir ¿cómo prevenir el abuso sexual infantil? Hay muchas maneras de prevenirlo, hay muchos modelos de prevención y trabajos clínicos de prevención. Para la mí, lo más importante y el inicio de esta prevención es desde casa, que las niñas y niños aprendan a llamarle por su nombre a todas las partes de su cuerpo y la función de cada una. Hablar con los niños sobre la magia y poder de las palabras, que sepan que ellos y ellas tienen derecho a decidir incluso como quieren que los demás los saluden o si quieren que les abracen, hacerles saber que nadie puede tocar su cuerpo o hacer cualquier acto de afecto sin su consentimiento. Como adultos la información que les demos será vital, podemos hacerlo mediante cuentos o historias que dejen en claro que hay “caricias agradables y desagradables”, así como “secretos buenos y malos” y sobre todo darles la confianza de que pase lo que pase siempre les vamos a creer, amar y los vamos a cuidar ante cualquier daño. En las escuelas es muy importante solicitar intervención de los especialistas para que impartan talleres y cursos. En donde puedan ir revisando la sintomatología a través de actividades especiales. Hay mucho por trabajar y como sociedad nos queda darles voz a nuestros pequeños que aún no se han atrevido a hablar y difundir esta problemática que sigue y sigue dañando a la sociedad.

Frida Guerra Lira Fui Escrita por una mujer. Editora web, periodista independiente, catadora de océanos de sed. Espero narrar historias hasta el final de la mía. Twitter: frida_war Instagram: Itsfl_