top of page
Foto del escritorLas Libres Revista

¿Por qué no denuncias?

¿Qué pasa con las denuncias y el acceso a la justicia para las niñas y mujeres?


La violencia machista ha sido un ente imparable. El tiempo pasa, las herramientas, protocolos y leyes cambian, los representantes de gobiernos e instituciones se sustituyen, pero las vidas de las niñas y mujeres no vuelven. “En la Ciudad de México, el Código Penal para el Distrito Federal (CPDF) contiene el catálogo de conductas que se consideran delitos. Aquí, los delitos a los que las mujeres estamos más expuestas:

  • · Violencia familiar

  • · Lesiones

  • · Acoso sexual

  • · Violación

  • · Violación equiparada

  • · Abuso sexual

  • · Abuso sexual equiparado

  • · Feminicidio Según datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2021, estima que la “cifra negra” (los delitos no denunciados o denunciados que no derivaron en carpeta) fue del 93.3% a nivel federal en el 2020. Para el caso de la Cuidad de México 92.6% de los delitos NO fueron denunciados. ¿Por qué no denuncian las víctimas? “De acuerdo con el ENVIPE, estima que los principales motivos que llevan a la población víctima de un delito a no denunciar son por circunstancias atribuibles a la autoridad, tales como considerar la denuncia como pérdida de tiempo con 33.9% y la desconfianza en la autoridad con 14.2 por ciento”. Cuando una víctima “decide” denunciar, ha pasado por un proceso muy difícil, no sólo el de haber vivido la experiencia con el agresor, sino, enfrentarse a todo un sistema que no le cree y la juzga por retar la dinámica violenta ya establecida. Ir a denunciar no es un tema sobre hacer valido un derecho “por gusto o no”. Pensemos en la desconfianza, el miedo, las carencias emocionales y económicas que muchas mujeres viven, lo cual resulta ser complicado para movilizarse hacia las agencias y realizar las “denuncias formales”. Incluso lo difícil que es buscar un lugar nuevo donde vivir y moverse de donde está, ya que su vida se encuentra en peligro. Una mujer que se ha movilizado para denunciar necesita contar con una red de apoyo sólida, la cual no la revictimice en este proceso. Esta red de apoyo puede ser familia, amigas, compañeras del trabajo, vecinas y/o conocidas. Este último punto, también puede resultar difícil de concretarse, pues en los casos de violencia, el actuar del agresor es aislar a la víctima de sus cercano/as. Cuando una mujer asiste a realizar una denuncia también está expuesta a recibir violencia por parte de las autoridades, “¿Sí le pegó antes por qué no se fue?”, “ya perdónelo, es su marido”, “el amor duele”, “es su esposo, él tiene derecho hacer con usted lo que él quiera”, “la violencia psicológica no importa”, “esto va a tardar mucho”, “¿apoco quiere meter al papá de sus hijos a la cárcel? ¿Pueden imaginarse sentir miedo, acudir a denunciar y recibir comentarios de este tipo? Cuando una mujer realiza una denuncia y se notificará al agresor, en la mayoría de los casos, este último reacciona de forma violenta y la vida de la víctima está en peligro. Es por ello, que necesitan planes de seguridad y ubicarse lugares seguros donde su vida no corra riesgo.Una mujer víctima de violencia no denuncia por miedo, por incertidumbre, por desconocimiento del proceso, porque se siente sola, por que siente que se falló a si misma y a los suyos. Porque también resulta difícil escuchar a los funcionarios públicos emitiendo comentarios donde mencionan que “sólo las denuncias formales son válidas” o “que se tienen otros datos”. ¿Cómo accedemos a la justicia cuando nos revictimizan?, ¿Cómo accedemos a la justica cuando las diligencias de las autoridades no representan la misma urgencia que la vida de una víctima?, ¿Cómo accedemos a la justicia cuando el sistema nos pone trabas? ¿Qué es el circulo de la violencia y cómo influye en los procesos para las víctimas? “El círculo de la violencia es un concepto desarrollado por la psicóloga norteamericana Lenore E. Walker, quien, en su obra «The Battered Woman», planteó que la violencia contra las mujeres aumenta de forma cíclica o en espiral ascendente, especialmente la ejercida por sus parejas”.

“De acuerdo con la autora, existen tres fases en este ciclo ascendente, que son: 1. Fase de tensión: Se caracteriza por una escalada gradual de la fricción y los conflictos en la pareja. El hombre violento expresa hostilidad, pero no en forma explosiva; la mujer intenta calmar, complacer o evitar las molestias a su agresor, tratando de controlar la situación. 2. Fase de agresión: Es en este momento en que se hace totalmente visible la agresión, la mujer tiene pruebas para denunciar y motivación para solicitar ayuda y terminar el abuso, sin embargo, el temor puede impedir que ésta tome las acciones pertinentes. 3. Fase de conciliación o luna de miel: El hombre violento suele mostrar arrepentimiento y pedir perdón, hace promesas de cambio y muestra afecto exacerbado. Tras el cambio aparente, la mujer puede justificar a su pareja y permanecer a su lado, pasando por alto el episodio violento. Si han denunciado suelen retirar la denuncia y justificar los hechos ante sí mismas y su círculo cercano" . . Este es un factor el cual juega un papel muy importante en la vida de las mujeres, pues cuando las víctimas han pensado y manifestado su deseo por dejar al agresor, ya sea de forma directa o indirecta, ellos se percatan de eso y ven como una amenaza no tener en quien ejercer la violencia. Entonces inicia la “reconquista” y se vive el mismo proceso una y otra vez, atrapando a las mujeres en un espiral de incertidumbre y desgaste. Como mujeres, esto no es nuestra culpa. Vivimos en un sistema que nos tiene cautivas y limitadas en diversos espacios. En la economía por las brechas salariales, a nivel intelectual donde somos subestimadas en cada actividad que realizamos, y convenientemente para el sistema patriarcal carentes de amor propio. Ese amor que jamás nos enseñaron que podía venir de una misma, con el que podíamos hacer válidos nuestros límites e “irnos a la primera”.

Nos enseñaron a quedarnos en relaciones que nos dañan, pues es lo que hemos visto a través de nuestras abuelas, madres, tías, hermanas y amigas. Quedarse para no perder esa “valía que nos da estar cerca de un hombre”. Sueño con un día donde todas seamos libres, donde nos amemos entre nosotras, donde nadie nos lastime. Ese día donde no seamos juzgadas por no denunciar y nos acompañen si decidimos hacerlo. Sueño con el día donde ninguna tenga que hacer una mochila para salvarse la vida y salir corriendo para poderse llamar sobreviviente. Juzguemos menos y acompañemos más.

Bibliografía: TOJIL. (-). PRINCIPALES DELITOS COMETIDOS CONTRA LAS MUJERES EN LA CIUDAD DE MÉXICO (CDMX). 08-02-2022, de TOJIL Sitio web: https://tojil.org/principales-delitos-cometidos- cdmx Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2021. INMUJERES. (-). CIRCULO O ESPIRAL DE LA VIOLENCIA. 08-02-2022, de INMUJERES Sitio web: https://campusgenero.inmujeres.gob.mx/glosari o/terminos/circulo-o-espiral-de-la- violencia#:~:text=El%20c%C3%ADrculo%20de% 20la%20violencia,sus%20parejas%20(violencia% 20conyugal).


Frida Sesma Licenciada en Relaciones Internacionales. Analista de políticas públicas, seguridad y justicia con enfoque en derechos de las niñas, mujeres y grupos vulnerables.






10 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page