Uno de los deseos recurrentes que tenía desde niña era vivir sola. Conforme crecí me di cuenta de que no bastaba con ‘irme’ y que en realidad lo que yo quería era
plena autonomía. Estamos iniciando un nuevo año, lo cual supone un momento de reflexión y para muchas de nosotras, también de reivindicación de ciertos aspectos de nuestra vida personal que generalmente están vinculados a la ‘autonomía’, por ejemplo: vivir solas, no depender emocionalmente de alguien o ‘algo’, ser independientes económicamente, la toma de decisiones sobre nuestro presente y futuro, entre otros.
Silvina Álvarez (2015) publicó un artículo muy interesante sobre este concepto, en el cual se abordan los elementos y condiciones que lo conforman: racionalidad, independencia, entorno contextual y opciones relacionales. Lo que llama la atención en su discurso es que enfatiza el hecho de que sin independencia ni racionalidad no hay manera de que los sujetos puedan percibir las oportunidades como legítimas y viables para sí. Es decir, si nos encontramos en encrucijadas donde la falta de recursos económicos o emocionales nos tienen en un estado de alerta constante o en una lucha por nuestra supervivencia, pocas veces seremos capaces de ejercer una plena autonomía. Es un texto ligero, aunque sí es una reflexión filosófica. Vale la pena que lo busquen y lo lean. Este año para muchas será en el que proyecten alcanzar la plenitud de su autonomía, ya sea financiera o emocional. No se detengan. Háganlo desde sus más profundos anhelos de autorrealización. Hagan una lista, un tablero o un collage donde coloquen los momentos clave para conseguirla. Yo me he descubierto haciendo eso. Hace 4 años mi situación emocional era un desastre. En el trabajo iba todo bien, crecí mucho, me convertí en editor de mesa y eso me hizo sentir muy orgullosa de mí misma. Sin embargo, mi salud emocional era un reto y sabía que debía hacer algo al respecto porque me sentía verdaderamente atrapada. Estaba viviendo con alguien a quien amé por casi 15 años. No nos iba nada bien en pareja. No fue el epítome del amor romántico que imaginé para nosotros. Así que decidí entrar a terapia buscando ayuda para saber si realmente yo era quien ‘estaba mal’, pero eso no fue lo que encontré en las sesiones. Ahí conseguí herramientas para fortalecer la decisión de dejarlo. Casi como se deja a una droga.
Hoy sé que sanar esa parte de mi vida ha sido clave para, realmente, estar más tranquila y vivir con mayor plenitud. No significa que dejaré de amar o de buscar el amor, sino que lo haré, como dice Silvina, desde la oportunidad de tener la opción legítima de estar con alguien con quien me sienta feliz y acompañada.
A veces no se tratará del amor, habrá años en los que tu prioridad sea la familia o el dinero. Ningún crecimiento es totalmente lineal ni debería estar sujeto a la agenda que nos impone la sociedad (crecer,estudiar,encontrarelamor,tenerhijos,un buen trabajo, morir), más bien debemos decidir de manera autónoma sobre nuestro propio proyecto de vida.
Yang o la lucidez... ¡¿qué onda con las prioridades?! (Cristina está llorando encerrada en el baño mientras discute con Owen quien derriba la puerta y entra estrepitosamente, cae)
CRISTINA YANG*:
- “Tengo un título en medicina y un doctorado. Soy cirujana cardiotorácica. Yo debería de estudiar para mi examen, el examen más importante de mi vida y
estoy en un baño llorando por un hombre”.
(Owen la mira consternado desde el piso)
(Cristina ríe a carcajadas mientras se limpia las lágrimas)
-Ja, ja, ja, ja, ja
(Cristina respira profundo y descansa, silencio entre ambos)
¿Quién no quisiera tener la lucidez de Cristina y volver a ajustar sus prioridades? Así que, si quieres hacer tu lista de propósitos comienza contestando las siguientes preguntas.
1. ¿Qué aspectos de tu vida necesitas resolver, mejorar, atender? Identifícalos con sinceridad y honestidad.
2. ¿Qué urge solucionar para que te sientas tranquila y puedas atender todo lo demás?
3. ¿Qué, de lo que te urge, es más relevante?
4. ¿Cómo sería tu vida si todo se reajustara favorablemente?
Una vez que respondiste las preguntas anteriores es momento de tomar el lápiz y tomar decisiones con un plan.
Dos objetivos:
1. Quiero una relación sana fundamentada en el respeto y la reciprocidad. No debo seguir tolerando machistas, si mi galán se porta así: lo dejo.
2. Quiero ganar más dinero sin emplearme por alguien más. Necesito tomarme el tiempo de aprender un oficio o actividad productiva que me permita conseguir esos ingresos extra.
Ambos objetivos dependen directamente de mí, pero necesito un contexto favorable.
En el primero: leer sobre el tema, ver videos o ir a terapia para sanar esas heridas emocionales que me hacen codependiente. En el segundo caso: definitivamente ser paciente y constante, no se aprende de la noche a la mañana y no todo se resuelve con videos de Youtube, se necesitan recursos, a veces el apoyo en casa para tener un espacio para crear o guardar los productos y tiempo. Fijarnos fechas nunca es una mala idea, hacerlo en equipo tampoco. Yo acabo de abrir un negocio de fotografía con dos amigas. Todas estamos aprendiendo y nos acompañamos bastante bien, fluimos porque el proyecto se ajustaba a lo que las tres deseábamos. Sin embargo, no siempre las cosas irán bien con quienes te asocies, y podría ser duro pero necesario cortar la sociedad para hacerlo sola o con alguien más conveniente. No tengas miedo de salirte de proyectos que tal vez no son tú sueño. Es mejor hacerlo lo antes posible y no desperdiciar recursos ni tiempo. Eso también es autonomía: tomar decisiones para tu bienestar. Vivir sola siempre fue mi sueño, vivirlo es mucho más de lo que esperaba, para bien y para mal. Me encanta porque hacerme cargo de mí misma sin ayuda fue un deseo constante desde que tengo uso de razón. No me gustaría dejar de ser autónoma así que todos los días me levanto de la cama hacia un trabajo que disfruto y no le permito a nadie que me robe la paz que significa tomar las decisiones sobre mi vida y mi futuro. Me gusta mucho compartir, recibir a mis amistades en casa, pasear, buscar el amor... pero no por sentirme solitaria o abandonada sino por el mero gusto y placer de vivir. Así que... querida lectora. Te deseo un año nuevo en el que puedas trabajar en tu autonomía, que siempre encuentres el camino hacia ella, que tu entorno sea favorable, que no tengas que desgastarte en luchar, que puedas construir tus sueños y te detengas a ver lo fuerte que eres, lo hermosa que te ves tomando decisiones en las que te pongas siempre al frente y al centro, que protejas tu corazón y al mismo tiempo puedas entregarlo con generosidad en relaciones recíprocas. Te deseo un año nuevo feminista, donde el patriarcado no te obligue a parir ni te oprima por ser mujer.
Referencias:
Álvarez, S. (2015). La autonomía personal y la autonomía relacional. Análisis filosóficos. 35(1).https://www.redalyc.org/ pdf/3400/340042261002.pdf
*Cristina Yang es un personaje de la serie gringa Grey’s Anatomy.
Gabriela Guevara Lingüista, editora, escritora, fotógrafa y feminista. MH-Premio Nacional de Lingüística INAH 2010. Fundadora de @DespachoEditorial
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