Los desafíos del teletrabajo para las mujeres Facultad de Contaduría y Administración- UNAM La emergencia sanitaria trajo como resultado las condiciones actuales de confinamiento, el cierre de empresas, la suspensión de labores y servicios y, en los sectores donde las condiciones así lo permitieron, la migración de las actividades presenciales al teletrabajo, este último ofrece muchas ventajas, sin embargo, al interior de los hogares su implementación ha exacerbado desigualdades que probablemente ya existían previas a la pandemia, pero que, debido a esta situación, se han visibilizado aún más. ¿Qué es el teletrabajo y cuáles son sus beneficios? La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lo define como “el trabajo a distancia (incluido el trabajo a domicilio) efectuado con auxilio de medios de telecomunicación y/o de una computadora” (OIT, 2011), este representa una alternativa llena de ventajas para muchos sectores, a las organizaciones les permite la reducción de costos de operación ycostos fijos (como el consumo de energía eléctrica, agua, renta y mantenimiento de espacios de trabajo), la reducción del ausentismo y la rotación de personal al existir más compromiso, motivación y satisfacción de los trabajadores, consecuencia de la flexibilidad que el teletrabajo les permite, lo que a su vez se refleja en un incremento de laproductividad. Respecto a los trabajadores, esta modalidad les permite la reducción de tiempos de traslado al centro de trabajo, reducción de costos de mantenimiento vehicular y alimentación, menor estrés, mayor tiempo para intereses personales, es decir, tiempo disponible para realizar actividad física, hobbies, educación y tiempo para sus familias (Agudo, 2014). Y finalmente, el teletrabajo brinda alternativas para alcanzar la inclusión laboral, pues su flexibilidad facilita la incorporación de personas con discapacidad, que tienen hijos o hijas infantes o que están a cargo de cuidar personas adultas mayores, e incluso residentes que viven en zonas de difícil acceso. Así que, sí, los beneficios del
teletrabajo son muchos, tanto para las organizaciones y los trabajadores, como para la sociedad en general, sin embargo, estos no permean de la misma manera a todos los sectores, ejemplo de ello son las mujeres, el teletrabajo se ha traducido en un aumento en la carga laboral no remunerada, que recae de manera desproporcionada sobre ellas, limitando aún más su disponibilidad de tiempo para desarrollar actividades productivas. Los sectores que han sido golpeados con mayor dureza durante la crisis sanitaria son aquellos que tienen una alta participación de mujeres y una baja capacidad de teletrabajo; cómo el comercio minorista, los servicios de alojamiento y comidas, sectores principalmente constituidos por fuerza de trabajo femenina (OIT, 2020), así mismo en aquellasindustrias en donde existe la posibilidad del teletrabajo, las mujeres se enfrentan a los retos impuestos por la carga desproporcionada del trabajo no remunerado. Esta crisis ha evidenciado la importancia de los cuidados personales en los hogares y particularmente los impactos y la profundidad de la crisis han afectado de manera diferenciada a mujeres y hombres, profundizando las brechas de género. Recientemente INEGI (2020) publicó los resultados de la Encuesta Nacional para el Uso del Tiempo 2019 o ENUT en los que se señala que las mujeres dedican el 30.9 por ciento del tiempo total de trabajo (TTT) al trabajo para el mercado, es decir dedican aproximadamente una tercera parte de su tiempo al trabajo remunerado , el 66.6 por ciento al trabajo no remunerado de los hogares y 2.5 por ciento a la producción de bienes para uso exclusivo del hogar . Respecto a los hombres, estas cifras son visiblemente distintas, al dedicar el 68.9 por ciento de su tiempo al trabajo para el mercado y el 27.9 por ciento al trabajo no remunerado de los hogares, es decir, los hombres dedican menos de la mitad del tiempo que dedican las mujeres a estas actividades, y el 3.1 por ciento es dedicado a la producción de bienes para uso exclusivo del hogar. A pesar de que las mujeres cumplen con jornadas completas en el mercado laboral, éstas dedican 25.7 horas a la semana al trabajo doméstico para el propio hogar, contra 11.0 horas que dedican sus homólogos varones, ambos bajo la misma condición de laborar 40 o más horas para el mercado (INEGI, 2020).
Este panorama se ha agudizado, para las mujeres ser productivas a través del teletrabajo ha sido todo un desafío pues el confinamiento impone una carga extra asociada al trabajo doméstico y de cuidado, que se reparte desequilibradamente (Comisión Interamericana de Mujeres, 2020a), previo a la crisis sanitaria y el teletrabajo, las mujeres contaban con espacios exclusivos y tiempos establecidos para realizar sus actividades remuneradas, pero con el confinamiento y al trasladar su trabajo al hogar, las mujeres han encontrado que el cuidado y las labores no remuneradas ahora representan un porcentaje mayor en sus agendas. El cierre de escuelas y guarderías debido a las medidas sanitarias, y su inevitable transformación en clases en línea, ha significado para las mujeres dedicar mayor tiempo para el cuidado de niños, niñas y adolescentes, que el que destinaban cuando estos asistían a clases presenciales, adicionalmente, la imposibilidad de atender a todos los pacientes enlasdiferentesinstitucionesdesaludprovocaquela carga de estos cuidados se traslade a los hogares, recayendo, una vez más, principalmente en las mujeres, el aislamiento social de personas adultas mayores y/o personas enfermas puede tambiénimplicar una carga de cuidados extra para ellas (ONU Mujeres 2020). Estas modificaciones y cambios los han realizado principalmente las mujeres y pueden variar dependiendo del tipo de responsabilidades familiares existentes (edad deniños/as, presencia de personas mayores con alto grado de dependencia, personas con discapacidad) tenido que ajustarlas dentro de los horarios laborales destinados a actividades remuneradas, por lo que bajo estas condiciones el teletrabajo sinduda ha representado un verdadero desafío para las mujeres, la CIM (2020b). ¿Qué se puede hacer para equilibrar la balanza? El primer paso es reconocer que existe una desproporcionada asignación de las actividades no remuneradas, de las que se encargan principalmente las mujeres, después resulta indispensable promover la corresponsabilidad, tanto en lo laboralcomo en lo doméstico. Por ejemplo, la CIM (2020) propone que los gobiernos aborden este tema a través de campañas dirigidas tanto a mujeres como a hombres para promover el reparto equitativo de tareas domésticas y de cuidados.
Con relación a las empresas que han logrado implementar el teletrabajo como respuesta a las condiciones actuales, se sugiere brindar flexibilidad que permita a todo su personal de manera equitativa conciliar las responsabilidades del hogar y del cuidado con las actividades laborales, reconociendo que existe mayor carga de trabajo en las familias y esta carga la están asumiendo principalmente las mujeres, esto podría ayudar para continuar en el mercado laboral en igualdad de condiciones, sin ser las mujeres quienes se vean más afectadas por recortes o despidos debido a la desigual distribución del trabajo del hogar. El teletrabajo resulta un elemento indispensable para continuar con las actividades productivas y mantener a flote la economía, resulta particularmente útil por las grandes ventajas que brinda, sin embargo, dadas las condiciones de desigualdad social y los paradigmas culturales que prevalecen sobre las actividades no remuneradas, este también representa serios desafíos, especialmente para las mujeres que debido al confinamiento han tenido que “encontrar” unespacio para realizar actividades domésticas, así como de cuidado y educación, espacio que suele ser tomado de las horas destinadas a actividades remuneradas por lo que es imperante que se implementen acciones por parte de los gobiernos, las empresas y la sociedad en general. Fuentes de información: Agudo, M. (2014). El teletrabajo en las organizaciones: análisis de sus beneficios y barreras en las empresas españolas. Cuadernos de Gestión de Información 4, 172- 187 Comisión Interamericana de Mujeres (2020a). COVID-19 en la vida de las mujeres. Razones para reconocer los impactos diferenciados. SG/OEA. Comisión Interamericana de Mujeres (2020b). COVID-19 en la vida de las mujeres: Emergencia global de los cuidados. SG/OEA. INEGI (2020). Encueta Nacional para el Uso del Tiempo 2019 ONU Mujeres (2020). COVID 19 - Corresponsabilidad en los hogares. Guía ante #Covid-19 en los hogares. Serie deorientaciones difundidas por ONU Mujeres. OIT (2020). Observatorio de la OIT: El COVID-19 y el mundo del trabajo. Segunda edición. Estimaciones actualizadas y análisis. Organización Internacional del Trabajo (2011). Manual de buenas prácticas en teletrabajo. 1ra. ed. Buenos Aires: Oficina Internacional del Trabajo, Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Karen Gisel Velázquez-Rojas Profesora de tiempo completo de la Facultad de Contaduría y Administración-UNAM
Nadia de la Luz Briseño-Aguirre* Profesora de tiempo completo de la Facultad de Contaduría y Administración-UNAM
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