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Lactancia Materna

¿Qué es?


Es el proceso por el que la madre alimenta a su hijo recién nacido a través de sus senos con la leche que segregan inmediatamente después del parto, la leche materna debería ser el principal alimento del bebé al menos hasta los dos años. La lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables. Es muy importante recalcar que todas las mujeres son capaces de amamantar, sin importar el tamaño de los senos. El proceso de alimentación por lactancia materna exclusiva es fundamental en los primeros 6 meses de vida. Además de ser la mejor fuente de alimento para los bebés, la leche materna tiene el inmenso poder de evitar la morbi-mortalidad infantil, en especial por enfermedades diarreicas, gracias a su elevado contenido de elementos defensivos bioactivos, los cuales intervienen en la protección contra la invasión de agentes patógenos.

Para que el proceso se lleve a cabo de la manera más óptima posible, la madre deberá permanecer en contacto directo con el bebé el mayor tiempo posible. Principalmente los primeros días de vida. Lo más común es que el recién nacido haga de entre 10 a 12 succiones al día inicialmente, después el mismo dirigirá los tiempos haciéndolos más distantes, pero más eficaces.

Lo ideal es no limitar el número de tomas, el bebé sabe exactamente cuánta es la cantidad de leche que requiere consumir o el nivel de apego que necesita con su madre. Esperar a que el llanto se haga presente es incorrecto, el llanto no es ni más ni menos que una señal tardía de hambre, y es más fácil que el bebé acepte el pecho si se encuentra en un estado de tranquilidad contrario a un estado de alerta.

La producción de leche responde a la demanda, es decir, mientras el bebé vacíe el pecho de su madre continuamente, más leche se producirá.


Tipos de Leche


Los diferentes tipos de leche que se producen en la glándula mamaria son: pre-calostro, calostro, leche de transición, leche madura y de pre-término.

a.- Pre-calostro: Acumulado en los alvéolos durante el último trimestre de la gestación. Composición: exudado plasmático, células, inmunoglobulinas, lactoferrina, seroalbúmina, cloro, sodio y lactosa.

b.- Calostro: Se produce durante los 4 días siguientes al parto, es de escaso volumen y alta densidad (2-20 ml/toma). En relación a la leche madura, tiene menos contenido energético, lactosa, lípidos, glucosa, urea, vitaminas hidrosolubles y nucleótidos. Tiene más proteínas, ácido siálico, vita-minas liposolubles E, A, K y carotenos; también es superior el contenido de minerales, sodio, cinc, hierro, azufre, potasio, selenio y manganeso. La proporción de proteínas séricas/caseína es de 80/20. El contenido de inmunoglobulinas en el calostro es muy elevado (especialmente IgA, lactoferrina y células), lo cual protege al recién nacido y favorece la maduración de su sistema defensivo. El escaso volumen del calostro es ideal, ya que los riñones inmaduros del recién nacido no pueden manejar grandes cantidades de líquidos. Sus enzimas facilitan la digestión del bebé, debido a que la lactasa y otras enzimas intestinales están inmaduras; sus inmunoglobulinas cubren el endotelio del tubo digestivo y así evitan la adherencia de los patógenos. Favorece la colonización del intestino por lactobacilos bifidus, contiene antioxidantes y quinonas que previenen del daño oxidativo y es rico en factores de crecimiento que estimulan la maduración del tubo digestivo y sus sistemas de defensa.

c.- Leche de Transición: Se produce entre 4-15 días luego del parto, hacia el quinto día hay un aumento brusco de su producción y va incrementando su volumen hasta llegar a 700 ml/día aproximadamente entre los 15-30 días posparto. Su composición varía hasta llegar a la de la leche madura.

d.- Leche Madura: El volumen aproximado es de 700- 900 ml/día durante los 6 primeros meses posparto. Al involucionar la lactancia, antes de desaparecer la secreción láctea, regresa a su fase calostral. Las proteínas de la leche humana se sintetizan en la glándula mamaria, excepto la seroalbúmina que procede de la circulación materna, y juegan un papel muy importante, puesto que sus aminoácidos ayudan al crecimiento acelerado de los recién nacidos, maduran su sistema inmunológico, los protege contra patógenos y favorecen el desarrollo de su intestino.

e.- Leche Pretérmino: Está presente en mujeres que han tenido parto prematuro. Es diferente. Durante un mes aproximadamente, se adapta a las características del bebé pretérmino, con niveles superiores de vitaminas liposolubles, lactoferrina e IgA, además de ser deficiente en lactosa y Vitamina C. Tiene más proteínas, grasas, calorías y cloruro sódico.

Inmediatamente después del nacimiento y de haberse brindado los cuidados iniciales al recién nacido(a), este debe ser colocado junto a su madre, sobre su abdomen y pecho, piel con piel. Se ha observado que los bebés en estas circunstancias demuestran capacidades notables: están alertas, pueden reptar y alcanzar los pechos de sus madres.

El contacto con las manos o bocas de sus hijos estimula la secreción de oxitocina, con lo cual se inicia el flujo de leche materna. El recién nacido huele y lame el pezón materno, inicia la succión y se alimenta Los niños y niñas deben ser amamantados en forma exclusiva y a libre demanda desde el nacimiento y hasta los primeros seis meses de vida. Después se debe continuar con lactancia materna y alimentos complementarios adecuados hasta los 2 años de vida, según recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para Infancia (UNICEF), a través de la Estrategia mundial “Iniciativa Hospital Amigo del Niño(a) y la Madre.


Beneficios


Para el bebé:

• Descenso en la incidencia de:

▪ Enfermedades infecciosas

▪ Meningitis

▪ Diarrea

▪ Enterocolitis

▪ Otitis

▪ Sepsis

▪ Influenza

▪ Neumonia

▪ Botulismo ▪ Bronquitis

▪ Infecciones causadas por estafilococos.

• Descenso en tasas de:

▪ Sobre peso y obesidad

▪ Muerte súbita

▪ Diabetes

▪ Linfoma

▪ Leucemia

▪ Enfermedad de Hodgkin

▪ Hipercolesterolemia

▪ Alergias e intolerancias

▪ Asma

▪ Caries dentales

• Óptimo desarrollo neuronal.

▪ Mejora el rendimiento en el test del desarrollo cognitivo.

Para la madre:

▪ Disminución de la incidencia en depresión post parto

▪ Disminuye hemorragia postparto.

▪ Rápida recuperación uterina. ▪ Disminuye pérdida menstrual. ▪ Aumenta los intervalos entre hijos.

▪ Disminuye el riesgo de cáncer de mama y cáncer cervicouterino.

▪ Disminuye el riesgo a padecer osteoporosis.

Y para ambos:

▪ Optimiza el lazo afectivo entre la madre y el bebé.

Alrededor de un 80% de las células presentes en la leche materna son macrófagos, células que pueden matar a las bacterias, hongos y virus. Con la lactancia materna los bebés son protegidos de diversas enfermedades como las ya antes mencionadas


Contradicciones en la práctica


▪ Galactosemia

▪ Fenilcetonuria

▪ Tuberculosis no tratada / activa

▪ VIH

▪ HTLV-1

▪ Madres con toxicomanías

▪ Tratamientos farmacológicos específicos.

▪ Lesiones herpéticas en los senos

▪ Antimetabolitos

Recomendaciones


Para llevar a cabo una lactancia materna exitosa deben existir dos reflejos: El reflejo de erección del pezón, que se provoca con un masaje ligero con los dos dedos en los pezones para hacerle sobresalir y facilitar la toma del bebé. El segundo es el reflejo de búsqueda del bebé, este se produce al acariciar el borde inferior del labio del lactante logrando que abra su boca y busque el pezón, creando el momento ideal para introducirlo.

También es importante recalcar que la posición más cómoda puede ser “acostada en decúbito lateral”.

Entre otros tips encontramos:

Lavarse las manos con agua y jabón cada vez que vaya a amamantar.

No es necesario lavar los senos, es suficiente el baño diario.

Al terminar de dar de comer al niño o niña, aplicar una gota de leche sobre el pezón para lubricar y evitar infecciones.

Hacer primordial la comodidad y tranquilidad de la madre mientras amamanta, independientemente de la posición.

El tiempo promedio de lactancia para cada seno es de 10 a 15 minutos. Sin embargo, se debe respetar la necesidad individual de cada niño o niña, ya que unos comen despacio y otros más rápido.

Se deben alternar los senos cada vez que se amamante, iniciando con el que se terminó de dar en la ocasión anterior.

Se debe ayudar al bebé a eliminar el aire ingerido.

La alimentación al seno materno debe ser a libre demanda, día y noche; es decir, alimentar cada vez que el niño o niña quiera sin un horario estricto.


¿Se te dificulta amamantar?


La producción insuficiente de leche materna existe, es denominada como hipogalactia; sin embargo, es importante recibir un diagnóstico médico de esta circunstancia pues, aunque escuchemos infinidad de veces a mujeres diciendo que no producen cantidades óptimas, la mayoría de las veces esta baja producción puede derivar de un déficit nutricional, deshidratación, o que la estimulación de las mamas por parte del bebé está siendo insuficiente. Por ello es importante acudir con los profesionales de la salud que te asesorarán durante este proceso.

No en todos los casos es fácil de tratar, sin embargo, en conjunto con asesores en lactancia materna se puede ayudar a producir mayores cantidades de leche, o bien, ofrecer lactancia mixta (en base a la leche materna y fórmulas) y optimizar el estado nutricional del bebé.

Algunas de las causas de la hipogalactia son:

Cirugía de reducción de mamas

Mastectomía unilateral

Hipoplasia mamaria

Alteraciones de la glándula tiroides

Alteraciones en el peso (tanto exceso como deficiencia)

Diabetes gestacional

Mastitis

Síndrome de ovario poliquístico

Cesáreas

Retención de placenta

Síndrome de Sheehan (Hemorragias masivas durante el trabajo de parto)

No en todos los casos es fácil de tratar, sin embargo, en conjunto con asesores en lactancia materna se puede ayudar a producir mayores cantidades de leche, o bien, ofrecer lactancia mixta (en base a la leche materna y fórmulas) y optimizar el estado nutricional del bebé.


Bibliografía.


Sayres, S., & Visentin, L. (2018). Breastfeeding: uncovering barriers and offering solutions. Current opinion in pediatrics, 30(4), 591–596.

Neifert, M., & Bunik, M. (2013). Overcoming clinical barriers to exclusive breastfeeding. Pediatric clinics of North America, 60(1), 115–145.

https://doi.org/10.1016/j.pcl.2012.10.001






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